Conozco un hada chiquinina
que tiene dos corazones:
con uno cuida a los suyos,
en el otro colecciona felicidad.
Vive al compás de una nota,
es una de esas bandoleras
que avanza pese a la marejada
aún teniendo la garganta rota.
Sueña siempre despierta
su cabeza es nido de cormoranes,
al verla siempre pienso:
ésta chica es un ejemplo.
Ó. Valcárcel. Abril de 2011. A mi comadre Marta, desde la devoción absoluta. Que todos tus "quiero" sean siempre "puedo"
domingo, 3 de abril de 2011
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