domingo, 20 de septiembre de 2009

Nadie

Recipiente vacío de futuro,
carne comprada en el mercado.
De tí conozco cada secreto,
fútil falda corta sin camino.

Ni tú sientes lo que dijiste,
ni yo escuché tu miseria,
tan sólo aposté por tus tetas:
asintiendo a tus desidias.

Ni tú eres la princesa que sueñas,
ni John Waine te espera.

Ó. Valcarcel: ¿Es ya Otoño? Volvió a salir el mal verbo, el desconjugaó, el de Óscar.

No hay comentarios: