que le hice monumentos a tus tetas
fui pañuelo de tu llanto
y te soñe como a tantas
Dime que ha pasado
qué dictó mal el corazón
para no volver a sudar:
a querernos mal.
Agarrado a un sueño,
soñe que no volvías.
Que era libre: soñé.
Ó. Valcárcel. Mayo acaecido de 2009. A ella, a otra, a la nueva única.