Tirado en una cuneta pisoteo las estrellas,
me lío y me fumo la victoria de la batalla:
una guerra entre las sábanas más bellas
de un hostal fuera de las afueras.
Este duermevela con cirios despiertos
revela la rebelión de los amores descontentos
donde me busco y me encuentro
si no me engañas (te lo ruego).
Me esnifo una dosis de amor a tu espalda,
te araño bajo la falda mientras te grito al oido
susurros prohibidos de ilusiones olvidadas,
porque ahora somos nada y mañana seré todo.
Arkaninger Feizas. Enero 2008
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